Carmona: un remanso de tradición en las montañas de Cantabria
Enclavado en un entorno de verdes colinas y profundas raíces rurales, el pueblo de Carmona es uno de los secretos mejor guardados de Cantabria. Con sus casas de piedra, balcones de madera floridos y calles que conservan la calma de tiempos pasados, este pequeño núcleo del municipio de Cabuérniga es un ejemplo vivo de la arquitectura montañesa y del ritmo pausado de la vida tradicional.
Rodeado de valles y bosques autóctonos, Carmona es ideal para desconectar del bullicio urbano y sumergirse en la naturaleza. Desde aquí parten múltiples rutas de senderismo que atraviesan praderas, riachuelos y hayedos, invitando a explorar la riqueza natural de la comarca. Además, su cercanía a enclaves como el Parque Natural Saja-Besaya o las ya mencionadas Cuevas del Soplao, lo convierten en una excelente base para conocer la Cantabria interior.
A cada paso, Carmona revela una historia tejida en piedra y silencio, en la que el viajero encuentra hospitalidad, autenticidad y paisajes que cambian de color con las estaciones.